¿Por qué a mí debería de irme bien? ¿Por qué las cosas buenas me secederían? ¿Por qué podría lograr esto o aquello? ¿Por qué yo soy merecedora de lograr algo? ¿Puedo llevar a adelante un objetivo y culminar? ¿Cómo es posible que yo pueda recibirme? Creo que con estos interrogantes dejo claro que me gobierna la negatividad. Poniendo un ejemplo, si me duelen los musculos de la espalda, no tiendo a pensar que es una fuerza mal hecha o un resfrío sin más. ¡No! Mi cabeza analiza ese dolor como una neumonía devastadora que terminará conmigo. La pisitividad me cuesta horrores. Claro que trato de buscarla, de cultivarla, alimentarla, pero en cuestiones de tomar decisiones, nuna visoro lo bueno primero, sino lo malo. Es muy estresante.
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¿Por qué a mí debería de irme bien? ¿Por qué las cosas buenas me secederían? ¿Por qué podría lograr esto o aquello? ¿Por qué yo soy merecedora de lograr algo? ¿Puedo llevar a adelante un objetivo y culminar? ¿Cómo es posible que yo pueda recibirme? Creo que con estos interrogantes dejo claro que me gobierna la negatividad. Poniendo un ejemplo, si me duelen los musculos de la espalda, no tiendo a pensar que es una fuerza mal hecha o un resfrío sin más. ¡No! Mi cabeza analiza ese dolor como una neumonía devastadora que terminará conmigo. La pisitividad me cuesta horrores. Claro que trato de buscarla, de cultivarla, alimentarla, pero en cuestiones de tomar decisiones, nuna visoro lo bueno primero, sino lo malo. Es muy estresante.